Ha pasado un año ya desde que comenzó esta aventura digital. Nuestra idea era clara, poner en valor los productos artesanales, aportar nuestro granito de arena con una nueva forma de evangelización y trabajo comunitario, una manera de sentirnos Iglesia. Desde hace años tenemos relación con la vida conventual, y también rondaba en nuestras cabezas cómo atraer la digitalización a sus productos. La pandemia aquí nos dio un buen empujón.
Esos meses que quedan casi olvidados ya, dónde no podíamos hacer otra cosa que cuidarnos y tener como conexión las pantallas, mensajes varios nos fueron llegando de los más vulnerables. Y entre ellos, de algunos conventos, que habían visto como su principal fuente de ingresos se había visto casi reducida a la nada. Sin poder abrir, sin turismo, sin visitas a sus iglesias…era difícil que sus productos pudieran venderse.
Era el momento. Nos pusimos manos a las obra, concertamos visitas, llamamos a varias puertas y todo fue rodado. Rodado pero muy trabajado, porque poner en marcha una tienda online no es fácil, y aunque es nuestro campo, un proyecto en el que se pone el corazón, siempre se queda sobrado de ganas.
Cada convento trabaja con sus tiempos, cada cliente tiene sus necesidades, cada proveedor o empresa con la que trabajamos tiene sus propia estructura… en ocasiones hemos tenido que hacer malabares, porque siempre hemos tenido claro que si hemos querido darle valor a lo artesanal, la persona que compra en hechoconfe tiene que sentir que dentro de nuestra caja no solo hay dulces conventuales, también cuidado y ganas de proteger este patrimonio.
Lo mejor de este año han sido sin duda los clientes que han comprendido que encargar un dulce artesano no es hacer un pedido al gigante asiático, sino que va más allá. Lo peor ha sido no llegar en fechas y saber qué hemos podido decepcionar. Hemos intentado mejorar constantemente.
Y en ello estamos. Seguimos adelante con este proyecto, que se extiende más allá de Sevilla hace meses, y que ha crecido con un apéndice más, creando productos propios, con el trasfondo evangelizador que buscamos, y la base de seguir colaborando con nuestros conventos, cuna de lo artesanal.
Ahora que se avecina una época importante en nuestros obradores, y en hechoconfe, queremos agradecer a los que nos han acompañado en este camino, a nuestras monjas, que con tanto cariño nos tratan, a los amigos y amigas que han difundido este proyecto como suyo, a nuestras familias y sus horas de trabajo invertidas, y a nosotros mismos, cuatro amigos para los que ha sido un año más que fructífero al tener dos nuevas incorporaciones a nuestras familias, Emma y María que han venido con un dulcecito bajo el brazo.
María Ángeles F.
Enhorabuena y felicitaciones por todo ese esfuerzo que ojalá siga dando sus frutos.
Además ¡lo rico que están los dulces!
D U L C E S
O
C H C
A R T E S A N O S
L C N
F E H
S O
S
¡Muchísimas felicidades familia!¡Por muuuuuchos más!
Enhorabuena por la iniciativa, por los buenos resultados y por esa ayuda tan necesaria que estáis haciendo llegar a los conventos. Sois un equipazo!! Vamos a por los mantecaos que ya están aquí!! GRACIAS!